Acabo de terminar de leer el libro de Kenneth Blanchard y Spencer Johnson titulado «El ejecutivo al minuto». Lo busqué en la biblioteca porque lo había sentido nombrar un par de veces y me intrigó el concepto. Creí que sería una obra de esas que intentan ser recetas mágicas para lograr ser un ejecutivo en poco tiempo, es decir, lograr escalar en la pirámide organizacional muy rápidamente (idea muy divulgada entre los jóvenes profesionales). Confieso que lo leí para poder desmentirlo, ya que esa idea no me parece realista ni deseable. Las cosas cuestan esfuerzo y muchas veces paciencia, y en general, los ascensos en empresas llegan luego de varios logros profesionales.
Pero enseguida reconocí haberme equivocado. El concepto del ejecutivo al minuto no se refiere al tiempo en que uno puede lograr ser director o gerente. Se refiere a aquellos ejecutivos que, justamente, son muy «ejecutivos». Aquellos que aprovechan bien el tiempo, e intervienen en sus equipos lo justo y necesario (esto en mis palabras, obviamente no lo define así el libro). El «ejecutivo al minuto» tiene una serie de principios para su dirección, los cuales les resumiré en mi próximo post. Hoy quiero compartirles más que nada mi percepción de la lectura del mismo. Sigue leyendo